La buena nueva es que puedes liberarte de tu mente, que es la única verdadera liberación. Y puedes dar el primer paso ahora mismo.
EMPIEZA POR ESCUCHAR LA VOZ,… que habla dentro de tu cabeza y hazlo tan frecuentemente como puedas. Presta una atención especial a cualquier patrón de pensamiento repetitivo.
Esto es lo que llamo “observar al pensador”, que es otra manera de decir: escucha la voz dentro de tu cabeza, mantente allí como presencia que atestigua.